jueves, 7 de enero de 2010

La Plaza


La plaza es el lugar que ocupa o desocupa cualquier cosa. Es el espacio donde se desarrollan los acontecimientos diarios de nuestras vidas. El sitio material en que infinitos sucesos inmateriales se conjugan dando origen a sentimientos y sensaciones que nos llenan y marcan nuestro destino. La plaza es un punto de convergencia del cual igualmente parten mil caminos. Es donde ocurre el encuentro y el desencuentro también. Es un ente vivo que respira, se desarrolla y se transforma con el paso del tiempo. En la plaza se establecen relaciones, negocios y sueños; incluso nuevos sueños que nacen a partir de otros destrozados en el mismo lar. Allí tomamos aire fresco o un café, leemos un diario o un libro y quedamos con otras personas para hacer algo. La plaza está habitada por todos los seres y todas las almas. La visitan niños, jóvenes y viejos que traen y se llevan alegrías, penas y sosiego. La plaza conoce todos los secretos, los anhelos, las verdades, los miedos, los gustos y los disgustos que moran dentro de cada uno. Es adonde acudimos para celebrar, jugar, compartir y también despedirnos. La plaza es la morada de las metas y los recuerdos, la residencia de nuestros días. La plaza está dentro de nosotros igual que nosotros pertenecemos a ella; nuestras raíces abrazan sus cimientos y ella nos acoge sin hacer preguntas. La plaza es universal y única. Bienvenidos a la plaza.

Patricia Schaefer Röder
© 2009 PSR

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